El octavo álbum de estudio llamado Cracker Island estrenó este 24 de febrero, causando gran revuelo por la esperada colaboración de la banda con Bad Bunny, siendo esta la primera canción en ser terminada para el álbum, por allá del 2021.
Aunque se tenía planeado que Tormenta fuera el primer sencillo de la segunda temporada de Song Machine, a último momento se tomó la decisión de congelar este proyecto a favor de la realización de un álbum un poco mas tradicional. Cracker Island funciona más como una secuela de su EP de 2021 llamado Meanwhile.
Esto es lo que nosotros opinamos de Cracker Island.
Creo que esta de sobra introducir a Gorillaz como banda, pues han sido un referente de la cultural pop actual y disco tras disco han tratado de mantenerse vigente en la escena musical, de ahí que últimamente tengamos estrenos tan seguidos de la banda. Cracker Island nos llega antes que la anunciada segunda temporada de Song Machine y sinceramente quedé decepcionado desde este inicio.
Song Machine fue uno de los estrenos de 2020 que más disfruté y que logró que volviera a conectar con su proyecto desde hace un largo rato ya, además que una segunda temporada sonaba a que podía tener muchísimo más potencial de lo que tuvo la primera; dividir álbumes por temporadas era algo innovador en la forma de ir estrenando música.
Mientras Strange Timez fue muy claro en su concepto e identidad musical, Cracker Island es todo lo contrario, pues nunca logré identificar o entender que es lo que Gorillaz querían decir con este nuevo compendio de canciones. Aunque cada una de las canciones está muy bien hecha y por si solas funcionan como excelentes tracks, como un conjunto no tienen conexión lo suficientemente fuerte que justifique que son el octavo álbum de una banda con tanta trayectoria como esta.
OPINIÓN DE FER
Durante las varias escuchas que le di al disco, siempre rondaba una idea en mi cabeza: a pesar que Gorillaz se esfuerza demasiado por estar vigentes, ha sido una constante que en sus últimos trabajos el motor que utilizan para este cometido son los múltiples artistas que invitan a colaborar. Aunque esto no es del todo nuevo, pues siempre sus discos están plagados de colaboraciones, es notorio que este aspecto está tomando una relevancia mayor en sus últimos materiales.
Y aunque normalmente esto no me afecta, creo que en Cracker Island ya comienzan a dar vestigios de que puede ser un problema, pues aquí abandonan la personalidad que tiene como Gorillaz y la amoldan (casi casi que la fuerzan) para adaptarse al sonido del invitadx; dos ejemplos claros de esto son New Gold con Tame Impala y Tormenta con Bad Bunny, pues aunque son tracks sumamente increíbles, considero que no hace sentido al 100% con lo poco que establecieron con su octavo álbum, llega un punto donde parece que Gorillaz son los invitados a estos cortes.
Curiosamente, las canciones que más disfruté y que considero que son los puntos más fuertes son las que tienen en solitario, pues The Tired Influencer y Skinny Ape me logran transmitir brevemente lo que pudo llegar a ser Cracker Island, tal vez un disco mucho más melancólico que hubiera estado genial escuchar de tan solo haber apostado por su identidad musical y no abandonarla o dejarse opacar por lxs invitadxs.
En un futuro me gustaría ver a Gorillaz dejando de lado las colaboraciones o, al menos, depender menos de ellas, pues me resulta un poco triste que su carrera (ya establecida) esté dando este giro en donde se preocupen por atraer los nombres más relevantes de los últimos años a trabajar con ellos, dejando a lado lo importante: la creación y conceptualización de todo un álbum. Por lo pronto, puedo decir que el octavo álbum de estudio de Gorillaz me dejó con un muy mal sabor de boca.
Calificación final: 55/100
Las más: Silent Running, Tormenta, Skinny Ape
Las menos: ...
Opinión de Emi
Este álbum tuvo el rollout más extraño e inusual que he visto, anunciar un disco con más de 6 meses de anticipación y no estar tan presente en todo este tiempo no es nada usual. Sin embargo los sencillos que lanzaban eran prometedores, tanto que decidí escuchar toda la discografía desde 2005 con el álbum homónimo hasta su último lanzamiento Song Machine, Season One. Y fue un viaje interesante que me dio luz para entender cómo funciona Gorillaz, sus orígenes y sobre todo, el tipo de música que suele lanzar y cómo se ha ido transformando con el tiempo.
Empezar una era con un sencillo junto a Thundercat no había forma en que no fuera un hit asegurado, Cracker Island, el title track, que ha sido un sonido tan fresco, no solo para la banda sino para el Electropop, más tarde cuando lanzan New Gold junto a Tame Impala y la producción conocida de Kevin Parker volvió a reavivar las ganas de escuchar qué más traería este disco. Y justamente anuncian el tracklist y demás colaboraciones.
Sin duda resaltaron y llamó mucho la atención ver que Bad Bunny y Stevie Nicks estaban en el disco con colaboraciones en canciones distintas, pero aún así en un cuerpo de canciones que pretenden ser cohesivas. Por un lado, una titana de la música Folk de los 70's, Stevie Nicks y después al artista más influyente de la década, Bad Bunny. También están las colaboraciones que tal vez no son tan conocidas o sorprendentes como Beck o Adeleye Omotayo.
Considero que los sencillos y la canción con Stevie Nicks son las mejores canciones del álbum, como ya decía los sencillos son los que tienen propuesta y una historia más interesante que el resto, teniendo en sus hombros la carga del álbum. Y el único deep cut que vale la pena es Oil, aunque al principio de la canción pareciera que cortaron y pegaron la voz de Stevie, casi como si hubiese sido más forzada su participación, aunque mientras avanza la canción se mezcla de mejor manera.
El resto de canciones, lamentablemente carecen de sorpresas o de algo que pueda ser memorable, puede ser un sonido de repente que llama la atención, pero si lo pones de fondo en una cafetería o si te pones los audífonos y prestas atención a la letra obtendrás la misma experiencia. Es una lástima, puesto que de lo que iban lanzando parecía que se posicionaría como un álbum de la calidad de Plastic Beach o Demon Days, sin embargo solo fue en picada.
Me hubiese gustado escuchar algo más trascendental y no solo una serie de outtakes de discos pasados o como si una IA hubiese creado canciones utilizando los elementos comunes de la banda. Que hablando de esto, se encuentra la colaboración con Bad Bunny, la cual, parece sacada de Un Verano Sin Ti con un intro y outro a la Gorillaz, donde en este caso, la mezcla ente ambos artistas es totalmente inexistente y carece de relevancia y es una lástima que no haya podido realizarse algo de mejor calidad tomando en cuenta la carrera musical de ambos actos.
En general, espero que solo haya sido otro bache en el camino musical de Damon Albarn y su banda, y que tal vez un Song Machine, Season Two pueda ser la verdadera frescura que esta banda necesita y que en sus mismas canciones pide a gritos. De no ser así, será mejor hablar de la buena carrera que se echaron por 18 años.
Calificación Final: 75/100
Las Más: New Gold, Cracker Island
Las Menos: The Tired Influencer, Tarantula
Calificación General: 65/100
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